lunes, 19 de octubre de 2009

OPINION

Todos sabemos que en cualquier sociedad las aspiraciones de los otros, que la vida social está llena de contradicciones, que la historia nos muestra la lucha entre pueblos y sociedades y en su propio seno; sabe también que se produce una sucesión de períodos de revolución y reacción, de paz, y de sociología" y la historiografía anteriores a Marx acumularon, en el mejor de los casos, datos no analizados y fragmentarios, y expusieron algunos aspectos del proceso histórico. El marxismo señalo el camino para una investigación universal y completa del proceso de nacimiento, desarrollo y decadencia de las formaciones económico-sociales, examinando el conjunto de todas las tendencias contradictorias y concentrándolas en las condiciones, exactamente determinables, de vida y de producción de las distintas clases de la sociedad, eliminando el subjetivismo y la arbitrariedad en la elección de las diversas ideas "dominantes" o en su interpretación y poniendo al descubierto las raíces de todas las guerras, de estancamiento y de rápido progreso o decadencia.
Ante la crisis estructural del capitalismo, cuyo epicentro está en los Estados Unidos y se ha extendido a Europa, Japón y el llamado mundo "desarrollado", se pone de manifiesto lo acertado de la obra de Marx: la contradicción trabajo-capital,la ´tasa decreciente de la ganancia y la sobreproducción de mercancias, son entre otros, los puntos neurálgicos de una crisis expresada por una prolongada acumulacioón de contradicciones dada en el seno del capitalismo। El estudio y la revisión permanente de Marx sobre el funcionamiento del capitalismo lo hacen más vigente que nunca. Y llaman la atención de que sólo el socialismo es susceptible y como sistema superior deberá hacer prevalecer lo humano por encima del mercado y el capital.

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