jueves, 22 de octubre de 2009

Marxismo

MARXISMO
Fuerza de trabajo
Hace referencia a la capacidad física y mental, característica a todo ser humano, de realizar un trabajo. Es importante distinguir entre "fuerza de trabajo" y "trabajo". Este último es la materialización, la acumulación del potencial representado por la primera.
El trabajo es producto del gasto de fuerza de trabajo humano.
El valor de la fuerza de trabajo es el necesario para su reproducción o, de otra forma, es el contenido en los bienes que forman la canasta de consumo obrero que varía en su composición en distintas culturas y en distintos momentos de la historia.
En el modo de producción capitalista, parte del valor generado por la fuerza de trabajo es apropiado por el capitalista dueño de los medios de producción. Esto se denomina plusvalía.
FUERZAS PRODUCTIVAS
Los propietarios de la fuerza de trabajo se le atribuyen principalmente a las clases menos privilegiadas, todas aquellas que no cuentan con los medios de producción y sólo cuentan con su esfuerzo (trabajo), especialmente los obreros y campesinos, que son empleados por los capitalistas para producir bienes de consumo.
Para Marx, el primer hecho histórico es la producción por los grupos humanos de su propia existencia social. Para producir los bienes necesarios para su subsistencia, los hombres emplean cierto número de medios materiales. Esos medios de producción son primero, elementos que se dan en la naturaleza: tierra, bosque, mar, etc. Otros permiten transformar mediante el trabajo materiales brutos en artículos de consumo.
A esos elementos asigna el marxismo el nombre de fuerzas productivas. Tales son las herramientas y todas las fuerzas motrices utilizadas por el hombre (aire, agua, electricidad, energía atómica, etcétera). Pero hay que incluir también entre las fuerzas productivas todos los procedimientos laborales, el agrupamiento de los obreros en fábricas o talleres y luego en complejos industriales, la división del trabajo y su racionalización, entre otros. La ciencia interviene en la formación de las fuerzas productivas.
Dentro de la concepción marxista, las fuerzas productivas están necesariamente en conexión con un tipo determinado de relaciones entre los hombres en la producción e incluso con un conjunto de la formación social.
RELACIONES DE PRODUCCIÖN
Son las relaciones en las que los individuos producen, es decir las relaciones sociales que establecen los productores entre sí, las condiciones en que intercambian sus actividades y participan en el proceso productivo. Esto es porque en la producción, los hombres no actúan solamente sobre la naturaleza, sino que actúan también los unos sobre los otros, asociándose de un cierto modo, contrayendo determinados vínculos y relaciones, para actuar en común y establecer un intercambio de actividades a la vez que se relacionan con la naturaleza y efectúa la producción.
Plusvalía, de acuerdo con el marxismo, es la diferencia entre el salario pagado al obrero y la parte del valor que éste aporta al producto. En el capitalismo este excedente es apropiado por el capitalista y forma la base de la acumulación capitalista
La lucha de clases es un concepto o una teoría que explica la existencia de conflictos sociales como el resultado de un supuesto conflicto central o antagonismo inherente entre los intereses de diferentes clases sociales.
Las ideologías no describen al hombre y su situación en el mundo y la sociedad de un modo correcto, sino de un modo deformado, falso; esa deformación en la descripción del hombre es consecuencia del interés de la clase dominante por mantenerse en su situación de dominio; como nos dice Marx en “La ideología alemana” “las ideas de la clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas dominantes”. La clase dominante dispone de los medios de producción material, pero también del control y producción de los bienes espirituales, de la producción de la cultura, por lo que las ideas que en una sociedad triunfen serán las que la clase dominante quiera que dominen; las ideologías son un “producto social”: los pensamientos de los hombres son conse¬cuencia de la sociedad en que viven, particularmente del orden económico vigente; como resultado de la tesis anterior, las distintas formas de ideología (religión, política, filosofía) no tienen historia ni desarrollo propio; esto quiere decir, por ejemplo, que una historia de la filosofía que explique los distintos sistemas filosóficos a partir de los problemas y las soluciones que los filósofos han presentado (una historia “interna” de la filosofía) es una mala historia de la filosofía; la “buena” historia de la filosofía debe mostrar la relación entre los sistemas filosóficos que aparecen a lo largo de la historia y las circunstancias económicas de las que son un reflejo.

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