sábado, 5 de diciembre de 2009

LA"VERDADERA " DEMOCRACIA.



El gran problema que se presenta en el desarrollo de la democracia es que tendemos dos tendencias que muestran la forma de la práctica de esta, más bien vamos a encontrar con la distorsión de la verdadera naturaleza de la palabra, etimológicamente en un análisis más complejo de su verdadera significación desde Grecia se puede decir en general que la democracia se ve como “poder del artesano y campesino”, donde debemos tomar en cuenta la clara exclusión de la nobleza, que en nuestro caso se le puede considerar a la burguesía. La falsa praxis actual de la democracia nos muestra como medio de la táctica política y como fin de intereses particulares de grupos privilegiados, y por otro lado el entendimiento de la cosmovisión global y en si su verdadera ideología queda rezagado a meros pensamientos utópicos donde no existe un sentido de lucha política para mantener un entorno legal, (la verdadera democracia). “Otra cosa muy distinta es valorar si moralmente la democracia exige una lucha legal, o sea, si es un régimen donde los condicionantes no harían moralmente justificable una vía al poder sin respetar las normas legales que ese sistema impone. No, la democracia es una dictadura del Dinero y como tal puede perfectamente ser destruida por la fuerza si se tiene un apoyo popular sensible entre la parte honrada y trabajadora del pueblo”.

OPINION

Hoy día está muy de moda discutir sobre la veracidad/efectividad de la democracia: en las aulas de clase, en conversaciones cotidianas, en cualquier situación. El tema siempre es controversial. Se platica sobre si la democracia es buena o mala, real, aplicable, práctica, justa, etcétera. Como estudiantes universitarios es en esta etapa de nuestras vidas cuando gestamos los ideales que regirán sobre nosotros por muchos años.

El concepto de gobierno es inseparable del de opinión pública en la medida en que la supervivencia de todos los gobiernos depende críticamente de la conformidad de la opinión pública. Pero las democracias protegen mejor a sus gobernantes de la amenaza que encierra la opinión pública que las dictaduras. Por una parte, las elecciones confieren a los gobernantes democráticos una legitimidad de origen de la que carecen muchos dictadores por haber alcanzado el poder a través de métodos considerados ilegítimos. Por otra parte, mientras la receptividad ante las demandas de la opinión pública suele reforzar la legitimidad de ejercicio de los gobiernos democráticos, se interpreta generalmente como signo de debilidad de las dictaduras. La vulnerabilidad de las dictaduras ante la opinión pública les lleva a adoptar inmediatamente medidas para defenderse de ella, combinando actuaciones represivas que inhiben a la población de expresar sus preferencias auténticas con otras que controlan los flujos de información que circulan en la sociedad. En un régimen de opinión pública cerrada no puede emerger una sociedad civil capaz de desafiar seriamente al poder. Pero si repentinamente la población comienza a acceder a información innegable que pone en evidencia la mendacidad de los gobernantes, la opinión pública cerrada puede derrumbarse rápidamente y precipitar la caída del gobierno.

Es totalmente falso que únicamente siendo “políticos” podemos participar en la “política”. La democracia puede ser un espejismo para nosotros el día de hoy, pero es posible acercarnos al concepto y tratar, aunque sea a empujones, de participar en el cambio. Tracemos una verdadera línea de paciencia y tolerancia y cambiemos nuestro destino. Cada día vamos alargando la línea de lo inadmisible y aquellos actos que son realmente inauditos nosotros lo concebimos como normales. Ya no nos asustamos por el robo en el gobierno, nuestra reacción (en vez de indignación y susto) es preguntarnos “¿cuánto habrá sido esta vez?”. Ya es normal para nosotros pensar que suceden accidentes, crímenes, robos o cualquier otro delito y le damos más o menos importancia dependiendo de quién sea el agredido. Empecemos con cambiar esta mentalidad y podemos estar seguros que nuestro futuro también será diferente.

Pensamios que como jovenes necesitamos ser mas participes de nuestra realidad por que solo asi conseguiremos un cambio en nuestra sociedad sobre todo en la democracia y no dejarnos persuadir facilmente por aquellos que solo buscan poder y nada mas.

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